La colisión de galaxias es un fenómeno muy habitual en el basto Universo. Las galaxias no están aisladas por el espacio, sino que éstas forman parte de un cúmulo de galaxias, igual que los cúmulos de estrellas que chocan entre ellas y se esparcen hacía el exterior del mismo. Eso mismo pasará con la Vía Láctea de aquí a millones de años, que se acerca a una velocidad muy elevada hacia la galaxia de Andrómeda.
Qué pasa en una colisión de galaxias
Cuando dos galaxias colisionan, nos imaginamos una catástrofe cósmica de millones de explosiones y luz en el espacio. Podemos decir que la colisión de galaxias no representa eso, sino un lugar lleno de sorpresas y en que cada objeto actuará por la gravedad de los que tiene a su lado. La interacción de la gravedad dará lugar a la deformación de la galaxia y ésta alterará el orden de la materia que la rodea.
La más que probable situación, es que las dos galaxias pierdan sistemas planetarios, estrellas y materia en general y que salga disparada hacia el Universo. Poco a poco, la interacción de estas galaxias, hará que las dos galaxias se unan en una y formen una galaxia mucho más grande que alguna de las anteriores. Podríamos decir que la colisión de galaxias, se transforma en una fusión de galaxias.
En qué se convierten
El centro de estas dos galaxias, podría convertirse en un nacimiento rápido de estrellas y nebulosas, las cuales se unirían para convertir un centro de la galaxia muy poderoso. Esa formación de estrellas sería muy veloz y mucho más grande que una galaxia cualquiera, ya que la interacción y el caos en esa nueva galaxia es de muy alta intensidad.
Durante esa colisión de galaxias, las grandes fuerzas y ondas gravitacionales que se generan, crean una acumulación de gas y polvo de dimensiones considerables en el centro de la región. Este colapso en su centro hace que el nacimiento de nuevas estrellas sea un continuo y esté alterado por un núcleo totalmente en ebullición.
La Vía Láctea en colisión
El futuro de la Vía Láctea parece estar bastante escrito. Andrómeda es nuestra galaxia vecina, tiene el doble de tamaño que la nuestra y nos acercamos a ella a una velocidad vertiginosa. Es muy probable que de aquí a millones de años (unos 4.000 millones de años) nuestra galaxia colisione con Andrómeda. Poco a poco la galaxia se acercará y desde aquí, veremos como se hace cada vez más grande en nuestro cielo.
En el momento que se produzca la colisión de galaxias, las dos quedarán completamente deformadas. Parecerá una lucha de estrellas en el cielo, pero difícilmente las estrellas lograrán tocarse. La distancia entre ellas es muy grande y el tamaño es muy pequeño en comparación a lo grande que es el Universo. La colisión de galaxias entre la Vía Láctea y Andromeda, hará que se forme una galaxia mucho más grande que alguna de las dos. De hecho eso es tan real, que los científicos ya le han puesto nombre, Lactómeda.
Pero la realidad de todo es que este mágico evento nadie podrá verlo, ya que antes, la raza humana se habrá extinguido y si no es así, será gracias a su inteligencia. Un espectáculo gravitacional de estas características difícilmente sería soportable para cualquier ser vivo, ya que las ondas y los rayos gamma viajarían por toda la galaxia y afectarían a la vida tal y como la conocemos.
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